viernes, 17 de diciembre de 2010

The Sick Note


Estimado Señor, le escribo esta nota para contarle mis tribulaciones
y en el momento en que escribo no tengo muy buen aspecto;
mi cuerpo está todo amoratado, mi rostro mortalmente gris
y escribo esta nota para decirle por qué Paddy no ha ido hoy a trabajar.

Mientras trabajaba en la planta catorce, tuve que retirar unos cuantos ladrillos;
ahora, arrojarlos desde tan alto no era una buena idea,
el capataz no estaba muy satisfeclo, y como es un cabrón inoportuno,
me dijo que tenía que acarrearlos escaleras abajo en mi capacho.

Retirar todos aquellos ladrillos a mano era muy lento,
así que subí un barril y lo aseguré con una cuerda abajo.
Pero en mis prisas por hacer el trabajo fui incapaz de ver
que un barril lleno de ladrillos de obra era más pesado que yo.

Así que cuando desaté la cuerda el barril cayó como el plomo
y, al tiempo, aferrado fuertemente a la cuerda, yo comencé a elevarme.
Bueno, salí disparado como un cohete hasta que, para mi desgracia, me encontré
a medio camino con el maldito barril que bajaba.

Bueno, el barril me rompió el hombro mientras caía a toda velocidad
y cuando yo alcancé el punto más alto golpeé la polea con mi cabeza.
Bueno, me aferré con fuerza en medio del shock entumecedor por el tremendo golpe
y el barril derramó la mitad de los ladrillos catorce pisos más abajo.

Ahora, cuando esos ladrillos se cayeron del barril al suelo
entonces yo pesaba más que el barril y de esa forma comencé a caer de nuevo;
todavía aferrado a la cuerda, me precipité hacia el suelo
y aterricé encima de los ladrillos rotos que estaban esparcidos por todo el lugar.

Bueno, yací allí en el suelo, quejándome, y pensé que había superado lo peor
cuando el barril golpeó contra la polea y entonces su fondo reventó.
Bueno, un chaparrón de ladrillos llovió sobre mí, y no tuve ninguna escapatoria
cuando, tendido allí en el suelo, gimiendo, dejé escapar la puñetera cuerda.

El barril, entonces, siendo más pesado, comenzó a caer de nuevo
y aterrizó justo encima de mí mientras yacía en el suelo.
Bueno, me rompió tres costillas y el brazo izquierdo y sólo puedo decirle que
ESPERO QUE USTED COMPRENDA POR QUÉ PADDY NO HA IDO HOY A TRABAJAR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario