domingo, 29 de enero de 2012

sábado, 28 de enero de 2012

martes, 24 de enero de 2012

Carta abierta a José Mourinho



Estimado José (permíteme que te llame así, por tu nombre, tal y como llamo a mis amigos madridistas, porque te considero uno más, uno de los nuestros):

Sólo me represento a mí mismo, uno más de los millones de seguidores que el Real Madrid tiene repartidos por todo el Mundo, así que no hablaré en nombre del “madridismo” como hacen otros, especialmente aquellos que ni son madridistas ni saben lo que el madridismo es y significa.

Tengo 56 años y, a lo largo de mi vida, he visto desfilar por el puesto que ahora ocupas infinidad de entrenadores con más o menos talento, con más o menos fortuna, y a todos ellos, mientras han ocupado el cargo, los he considerado “mi” entrenador. No me gustaban todos por igual, algunos incluso no me gustaban nada en absoluto, pero eran el entrenador del Real Madrid, MI Real Madrid, y siempre les he defendido cuando, injustamente y por intereses bastardos y poco confesables, han sido atacados desde fuera del club.

Imagino que, como persona informada de todos los aspectos del mundo en el que trabaja, estarás al cabo de la calle de lo sucedido con los entrenadores que te precedieron: todos ellos, antes de ocupar el cargo fueron elogiados, algunos incluso con desmesura y mucho más de lo que sus cualidades merecían, para ser atacados minutos después de firmar su contrato con el Real Madrid. Unos resultaba que eran blandos con los jugadores; otros, manifiestamente incompetentes; los de más allá, agrios y desagradables con la prensa. Tu caso es algo diferente: incluso antes de estampar tu firma en el contrato, los cañones mediáticos ya estaban disparando sus andanadas contra ti por ser un entrenador defensivo, rácano, con el que el público del Bernabéu se iba a aburrir mortalmente.

Dicen, esos que tanto saben y que dicen opinar desde sus atalayas informativas sólo por el bien del Real Madrid, que no eres el entrenador idóneo para este club, y puede que tengan razón: no eres el apropiado para el Madrid que ELLOS desean, un Real Madrid que se pliegue a todas sus exigencias; un Madrid que esté a su servicio; un Madrid que se someta al derecho de pernada que han venido exigiendo, y obteniendo, desde hace muchos años; un Real Madrid acomplejado por supuestos valores ancestrales que no ose alzar la voz para quejarse porque ello contradice la esencia del Real Madrid, el famoso “señorío” que, tal y como lo entienden, no es más que un dogal en el cuello para mantener de rodillas al Madrid.

Y llegas tú, como podría haber llegado otro, y te niegas a perpetuar esa situación, y te rebelas ante una situación injusta e intolerable, y alzas la voz donde otros callaron (por miedo, comodidad o prudencia mal entendida)… y eso no te lo pueden perdonar. Porque, desengáñate, no eres tú, ni es Pepe en los últimos días, el verdadero objetivo de sus dardos, su ira y su venganza, es el Real Madrid. Tú no eres más que un obstáculo, EL obstáculo principal, que impide que puedan cumplir sus deseos: seguir metiendo la mano en el Real Madrid, continuar mangoneando, perpetuar la situación de dominio sobre el club, poniendo y quitando entrenadores, jugadores e incluso presidentes.

Por eso, dejando a un lado tus innegables cualidades como profesional, tu llegada significó para mí un soplo de aire fresco, la esperanza de que, por fin, algo iba a cambiar en mi equipo y sus relaciones con el exterior. Dicen, esos que tanto nos quieren, al Real Madrid y a los madridistas, que nos tienes abducidos, que los que te apoyamos somos una especie de secta ciega y descerebrada, y no puedo estar más en desacuerdo. Yo creo que es al revés, que eres tú el “abducido”, el que ha puesto públicamente de manifiesto lo que muchos madridistas como yo pensábamos: que ya estaba bien de poner la otra mejilla, que era tiempo de dejar de estar de rodillas ante el cuarto poder, que no queremos privilegios pero tampoco que se nos trate de manera injusta, que el Real Madrid es de los madridistas y no un juguete en manos de quienes quieren controlarlo para satisfacer sus intereses de todo tipo, de poder y económicos fundamentalmente.

Decía en Twitter hace un par de días que si consiguen que te vayas antes de cumplir tus cuatro años de contrato, si logran echarte, el Real Madrid estará jodido por muchos años. Porque no veo en el panorama futbolístico otros entrenador de tus características, que no se calle, que no se resigne a que otros, ajenos al club, tomen las decisiones por él. Y porque el que venga después se encontrará con una prensa envalentonada y soberbia (ese pecado del que te acusan sin que sean capaces de echar un vistazo a su propia miseria) que podrá “presumir” de haber conseguido que José Mourinho se vaya, harto de estar harto, del Real Madrid.

No lo hagas, José, no te rindas, no me defraudes. Y no te lo pido por mí, ya te dije que sólo soy un madridista más, te lo pido por el Real Madrid. O, al menos, por la idea que yo tengo de lo que debe ser el Real Madrid, el que me parece a mí que Don Santiago Bernabéu quería: un club que no se ha de doblegar ante nada ni ante nadie.

Un fuerte abrazo


PS Perdona si no he sido lo suficientemente claro en mi exposición, esta maldita gripe no me deja en paz...


lunes, 23 de enero de 2012

domingo, 15 de enero de 2012

viernes, 13 de enero de 2012